Existen muchos escalones en el yoga, el que conocemos en occidente es la primer instancia. El cuerpo físico.
El Hatha Yoga busca tener un cuerpo óptimo para que dentro de él evolucione nuestro espíritu. En la India el Hatha Yoga (físico) se practica hasta los 15 años aproximadamente, luego se pasa a prácticas más elevadas, pero eso es una vez que el cuerpo físico está en armonía. Iyengar, uno de los indios que lo trajo a occidente, creó el yoga con elementos. Esta práctica se realiza con la ayuda de tiras para colgarse, tacos de madera, almohadones etc, para ir avanzando sin forzar el cuerpo.
Los elementos nos permiten ir en armonía con la capacidad actual.
A medida que obtenemos fuerza y flexibilidad nos iremos independizando de los elementos. De esta forma podemos avanzar realmente, sin lesionarnos, y disfrutando.
Así empezamos en el escalón en el que se encuentre cada estado físico. De otra manera, si pretendemos hacer posturas para las cuales todavía no tenemos la suficiente flexibilidad o fuerza, en vez de sanar el cuerpo, nos estaremos lastimando. No importa dónde estemos, sino comenzar desde ese lugar... para poder avanzar hay que hacerlo desde ahí.
El uso de elementos nos ayuda para acercarnos a algo fundamental en esta práctica, la alineación.
Es la columna principal del método. La alineación de los huesos y articulaciones guía a un mejor equilibrio con menos trabajo de los músculos. De este modo uno gana mas estabilidad en las posturas sin esforzar cervicales o cintura, y dándole paulitanamente fuerza a los músculos que la deben hacer.
Una buena alineación, crea espacio en las articulaciones y mejora la circulación.
Por consiguiente es muy importante en la clase:
-Precisión (alineamientos y simetrías para una postura correcta y saludable)
-Intensidad (práctica intensa con ajustes individualizados, entonces la presencia activa del instructor es fundamental, razón por la cual las clases son para grupos reducidos)
-Dinamismo (durante las posturas se realizan todos los detalles sin dejar que que la inercia o la pasividad se instalen).
Así empezamos en el escalón en el que se encuentre cada estado físico. De otra manera, si pretendemos hacer posturas para las cuales todavía no tenemos la suficiente flexibilidad o fuerza, en vez de sanar el cuerpo, nos estaremos lastimando. No importa dónde estemos, sino comenzar desde ese lugar... para poder avanzar hay que hacerlo desde ahí.
El uso de elementos nos ayuda para acercarnos a algo fundamental en esta práctica, la alineación.
Es la columna principal del método. La alineación de los huesos y articulaciones guía a un mejor equilibrio con menos trabajo de los músculos. De este modo uno gana mas estabilidad en las posturas sin esforzar cervicales o cintura, y dándole paulitanamente fuerza a los músculos que la deben hacer.
Una buena alineación, crea espacio en las articulaciones y mejora la circulación.
Por consiguiente es muy importante en la clase:
-Precisión (alineamientos y simetrías para una postura correcta y saludable)
-Intensidad (práctica intensa con ajustes individualizados, entonces la presencia activa del instructor es fundamental, razón por la cual las clases son para grupos reducidos)
-Dinamismo (durante las posturas se realizan todos los detalles sin dejar que que la inercia o la pasividad se instalen).